martes, 22 de abril de 2008

domingo, 13 de abril de 2008

Lapidación (quien lo entiende?).

Esta brutal práctica contra las mujeres –ahora siempre en países islámicos- consiste en enterrarlas vivas sólo hasta la cintura, dejando el torso y la cabeza fuera. Esto frente a una masa animalizada de gente irracional y enfurecida que les arroja piedras de todo tamaño. Se busca que la víctima no muera inmediatamente, para que la agonía sea larga. El ritual dura hasta que la persona fallece.

Fueron muchos los internautas que se movilizaron para salvar la vida de Safiya Huseini. Muchos, junto con ella
celebraron su absolución... Se alegraron de impedir su muerte, al haber sido inculpada de un supuesto delito de adulterio en Nigeria. Este delito, le valía a ella, o a cualquier mujer nigeriana, el ser lapidada.
No había trascurrido casi tiempo, cuando nuevamente otra mujer fue condenada al mismo castigo: Amina Sawal, también de 35 años y residente en la aldea de Katsina. Ella le fue impuesta esa misma terrible condena tras confesar que había tenido un hijo después de haberse divorciado de su esposo. El hombre con el cual se había unido, y con quien mantuvo una relación de 11 meses, y fue el padre de su hijo, fue absuelto por el tribunal al declarar que no había tenido relaciones sexuales con ella.


A ella en cambio, se le condenó a morir por lapidación, esto es, ser amarrada viva a un tronco, mientras toda la aldea o pueblo le lanzan piedras hasta matarla.


Una nueva brutalidad se cometía en un país de mayoría musulmana. Una nueva discriminación contra la mujer, por parte de unos fanáticos religiosos, que en nombre de no se sabe que derecho, han sojuzgado y sojuzgan a las mujeres de muchos países de Asia y África, mientras el resto del mundo calla y permite el horror.
Ya nos tocó pasr muchos años denunciando el terrible calvario de las mujeres de Afganistán, y no fue hasta que los intereses y la seguridad de países desarrollados se vio comprometida, cuando la humanidad se “Horrorizo” del terrible destino y vejatoria realidad de la Mujer bajo el dominio talibán.

Ahora otro nuevo caso de condena por adulterio ensombreció el alivio por la absolución de Safiya Husaini.
Y como si fuera insuficiente, en Pakistán otra mujer esperaba por tan injusta condena.

No fue hasta el mes de octubre de 2001 cuando la historia de Safiya llegó a los titulares de la prensa mundial.
Era ella la primera mujer juzgada y condenada bajo la ley islámica, o Sharia, que entró en vigor en las regiones musulmanas del norte de Nigeria hace dos años.


Safiya, tuvo suete y a pesar de su condena, no fue encarcelada sino que siguió viviendo con su familia en la aldea de Tungar Tudu, cuidando de su hija Adama y de sus otro cuatro hijos.
Esa niña, nacida de su relación amorosa, fue suficiente para que el juez que presidió el caso de Safiya la declarara culpable.
Bajo la Sharia, el embarazo fuera del matrimonio es un delito.
Safiya no tuvo apoyo legal en su juicio y aunque alegó haber sido violada por un primo suyo no fue aceptada
por no tener cuatro testigos HOMBRES, que apoyaran esa declaración... Como un gran “Hecho legal”, el juez declaró que el delito de Safiya se había cometido antes de la instauración de la Sharia en Nigeria y, por lo tanto,
no se la debía haber condenado. Fue esta mujer nigeriana, pobre, abandonada, discriminada, quien atrajo la atención de organizaciones no gubernamentales y le tocó a Amnistía Internacional lanzar una campaña para detener su lapidación.


Un corresponsal de la BBC en Nigeria, de nombre Dan Isaacs, logró llegar hasta el poblado de Tungar Tudo, donde Safiya vive junto a sus cinco hijos para conversar con ella. Este periodista relató la dureza de su existencia.
La desolación, la tristeza y la infinita pobreza que se reflejan en el rostro de esta mujer que contrajo matrimonio por primera vez a los 12 años y que aparenta una edad mucho mayor que sus 35 años. Esta mujer llamada Zafiya, pero que podría ser cualquier otra mujer de esos países donde ser mujer es una desgracia...

Desde este occidente que se jacta de ser desarrollado, culto, sensible. Desde nuestros estudios y oficinas, donde gozamos del desarrollo y la tecnología leamos un poco sobre Safiya, ya que leer sobre ella es conocer a miles de mujeres condenadas al silencio y el olvido...
La vida de Safiya, no era más ni menos que la de una "mujer sencilla", nacida en el año 1967, en un pequeño poblado cercano a Sokoto, la capital del estado. Una niña pobre, la quinta hija de una familia con doce
12 vástagos.
Una morada miserable, carente de agua o electricidad, donde transcurrió su vida, esa vida y ese sino de otras millones de mujeres en las zonas semidesérticas de Nigeria. El padre de Safiya era un médico tradicional,
pero eso no cambió para nada el terrible destino. Cuando cumplió 12 años, la casaron con un joven de una población cercana.

El matrimonio terminó en divorcio siete años más tarde, fue así que Safiya se volvió a casar en otras dos ocasiones hasta que se divorció en 1998. De su último matrimonio nació Adama en el 2001, el mismo año en que fue
condenada por la ley islámica.

Safiya se declara víctima de un sistema que discrimina a la mujer: "Otras personas han cometido crímenes mucho peores pero porque son hombres o porque tienen influencia, no se les castiga". Esa es su declaración, y esa una verdad que debería avergonzar al mundo...

La absolución de Safiya no pone punto final a la controversia en torno a los castigos impuestos por la ley islámica. Pocos días después otra mujer,Amina Lawal, de 35 años, fue sentenciada a ser lapidada por adulterio por un tribunal en la localidad de Bakori, en el estado de Katsina, en el norte del país.



Pero el drama se extiende... Leemos lo mismo, la misma salvajada, la misma brutalidad, esta vez en Pakistán,
un país que se jacta de tener tecnología atómica, de ser un país con áreas de desarrollo importante, un país
lleno de hipocresías y brutalidad... Zafran Bibi, 26 años, graciosamente perdonaron su vida ¡Hasta cuándo
el mundo tolera este exabrupto! .


(Eleonora Bruzual ).

jueves, 10 de abril de 2008

Temporal marzo 2008.





































Es una pequeña muestra de como azoto el mar en esos días en algunos lugares se salió y causo autenticos destrozos,(video casero y fotos).








miércoles, 9 de abril de 2008

Algunas de mis fotos de mi tierruca.































































































































































































Cantabria.

Cantabria es una región histórica y comunidad autónoma uniprovincial española. Limita al este con el País Vasco (provincia de Vizcaya), al sur con Castilla y León (provincias de León, Palencia y Burgos), al oeste con el Principado de Asturias y al norte con el mar Cantábrico. La ciudad de Santander es su capital.
Cantabria pertenece a la Cornisa Cantábrica, el nombre dado a la franja de tierra entre el Mar Cantábrico y la cordillera Cantábrica en el norte de la Península Ibérica. Posee un clima oceánico húmedo y de temperaturas moderadas, fuertemente influenciado por los vientos del océano Atlántico que chocan contra las montañas. La precipitación media es de 1.200 mm, lo que permite el crecimiento de frondosa vegetación.
Cantabria es la región más rica del mundo en yacimientos arqueológicos del Paleolítico Superior. Los primeros signos de ocupación humana datan del Paleolítico Inferior, aunque este periodo no esté tan bien representado en la región. Destacan en este aspecto la pinturas de la cueva de Altamira, datada entre el 16.000 y 9.000 a. de C. y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La moderna provincia de Cantabria se constituyó el 28 de julio de 1778. La Ley Orgánica del Estatuto de Autonomía de Cantabria se aprobó el 30 de diciembre de 1981, dotando de este modo a la Comunidad Autónoma de organismos e instituciones de autogobierno.